08 febrero, 2006

E huerto de mi amada-Bryce Echenique

Pues me voy a contradecir. O desdecir. O algo parecido. Días después de mi comentario sobre el Premio Planeta, leí uno, el del año 2002, y me divertí muchísimo. Es una novela divertidisima. Creo que escribir novelas divertidas es todo un reto, algo más díficil de crear que de leer. Después de todos, muchos escribimos gracias a nuestros demonios. Así que escribir de una manera ligera, fresca y que además arranque carcajadas continuas me parece complícadísim0.

El maestro para hacer reir, creo que es, de este lado del acá, Eduardo Mendoza. Del lado de allá lo era Jorge Ibargüengoitia. No he leído mucho más de Bryce Echenique, pero esta novela creo que entra dentro de la tradición de las risas fáciles junto con las de Mendoza e Ibargüengoitia.

Carlitos Alegre es un joven distraído, devoto, buen hijo y con buena ortografía. Es un casi adolescente del que sus padres esperan un brillante futuro. Pero se enamora de una mujer divorciada y muchos, muchos años mayor que él, pero hermosa, quizá la más hermosa heredera de la sociedad limeña, Natalia de Larrea. En medio de un gran escándalo, en plena fiesta donde se congrega la crema y nata, Natalia y Carlitos se escapan a la casa de campo de ella. Ahí vivirán su romance al margen de las habladurías, de los enfados, de las familias. En términos estrictos, esto podría ser un secuestro de un menor de edad, pero ni Carlitos ni Natalia se dan por aludidos. A pesar del estruendo y la pasión de su romance, Carlitos mantendrá su inocencia, su forma tan...distraída de ver la vida, su sincera bondad y confianza en el ser humano. Nadie da un peso por la pareja, pero en el huerto de la amada Carlitos encontrará el refugio perfecto donde madurar, donde crecer. Y las cosas no serán llamarada de petate. Aquí hay tomate, señores.